Quien no esté indignado por el atentado ocurrido en Monterrey ayer, seguramente es porque está de duelo, o cagado de miedo. El punto es que no creo que exista gente indiferente a este fatal acontecimiento. Yo estoy muy enojada, por lo que hago un atento aviso – no a Felipe Calderón, con quien por primera vez estoy de acuerdo en su posición, ni a los polÃticos, ni a los pinches narcos que nos tienen a todos hasta la madre – a la sociedad civil: por favor, si son consumidores de drogas duras, blanditas o medianas, consuman lo que quieran, pues este es un paÃs libre y si quieren o necesitan fumarse el parque completo de su localidad… ¡pues fúmenselo! Si quieren o necesitan meterse por las narices tres toneladas de talco, o inyectarse madres hasta quedar como alfileteros… sÃganle, no hay bronca.
Lo que sà les pido por favor, es que NO HAGAN NEGOCIOS CON SUS PROVEEDORES DE SUBSTANCIAS… carajo. Y lo comento porque cuando uno se pone a preguntar a la gente que conoce a un muerto, o que le mataron a alguien por este lÃo, he descubierto cosas como las que siguen:
-Pues que la muchachita andaba de novia con el narquito local, y por eso la mataron a ella, y a su hijo.
-Pues que el señor, como no tenÃa chamba, le pidieron que vendiera unos sobrecitos para financiar su consumo, y pues nomás amaneció asÃ, rellenito de plomo.
-Pues que al pendejo chamaco se le hizo fácil avisar cuando se acercara la policÃa, y un dÃa no avisó, y se lo quebraron…
-Que al pendejito júnior, resulta que le habÃan encargado repartir unas cuantas dosis para ganar un varo y ser “cliente premier†y…
Esta es gente que no sale en la prensa, porque son muertes anónimas. Lo que tienen todos que tener en cuenta, es que CUALQUIER COLABORACIÓN con esta gente rapaz y vil, es aportar un granito de arena para que los MEGA CABRONES NARCOS sigan teniendo los huevos y recursos para tronarle cuetitos a las autoridades, y perpetrar crÃmenes como el de ayer, y ahà es donde a la gente que sólo queremos trabajar y vivir en paz nos parten la madre… ojalá entiendan eso.
Es verdad que ser honesto es difÃcil, y que para ganar poco hay que trabajar mucho, y que mucha gente hemos tenido que cambiar nuestro estilo de vida para ajustarnos… pero eso no justifica que le entre uno al negocio de las drogas por ningún motivo. Desgraciadamente hay gente que les vale madres y ahà van. Pues a ésos les digo que si le entran, recuerden que para pagarse sus pendejadas pueden vender su casa, autos, cónyuge, hijos, pueden prostituirse o venderse por partes… Sólo espero que cuando los correteen sus acreedores no me toque estar en la misma sala de cine, ni formada en la fila de super detrás de uno de estos pendejos, ni en la misma estética…
Entiendo que las autoridades están rebasadas, pero también entiendo que desde hace mucho que esto ya no tiene vuelta atrás, y que si estos truhanes tienen el presupuesto y los sponsors que tienen, las autoridades que se supone tienen que defendernos, no lo tienen. Por eso les pido a todos: NO LE HAGAMOS EL CALDO GORDO A LOS PINCHES NARCOS.
Si consumes… ¡NO REPARTAS!
Si no consumes… ¡NO EMPIECES!
Recuerda que, muy al margen del tema de salud, comprar, repartir, o enganchar más gente en las drogas es apoyar a la escoria que mata inocentes, es como hacerles un depósito en firme a los narcos para que perpetren atentados como el de ayer. Tú crees que no le haces daño a nadie si te metes una tacha… pues te invito a que leas lo que hicieron tus proveedores ayer en el Casino Royal con el dinero que les pagas.
Atento llamado
Posted in: Fábrica de mitos
– Posted on 26 agosto, 2011
Excelente Articulo Brujis!
Felicidades!!!
De acuerdÃsimo contigo!!!
LA SOLUCION NO ES FACIL, PERO NO PODEMOS NI DEBEMOS QUEDARNOS CON LOS BRAZOS CRUZADOS, ESPERANDO QUE NOS TOQUE A NOSOTROS O A NUESTRA FAMILIA.
Vaya que sà te enojaste Osita y con toda la certeza del mundo….te apoyo.
La indignación y el agravio es generalizado, hasta miedito da el acordarse que algunos pasamos por esa calle hace algún tiempo, y Como dicen por ahi..México somos todos, pues si pero tambien esos “todos” estamos llenos de apatÃa, esos “todos” estamos repletos de indiferencia, pues lamentablemente mientras no nos pase a nosotros, aun vemos estas tragedias lejanas y ajenas, la sorpresa de la noticia, se convierte en pausa silenciosa, un miedo interno nos invade, luego pasamos a la morbosidad del acontecimiento…y por donde estaba este casino ehh..? nos preguntamos…y de ahi, nuestra actividad cotidiana se encarga de ir borrando la memoria colectiva, de un México que cada vez la pierde mas y que piensa menos. Al final del camino, solo queda no cagarla uno mismo y no cagar a los demás, como bien sujiere la malvada bruja, pórtate bien diablito cabrón, y si sabes rezar…hazlo a diario antes de salir de casa, pues el que la hace… la paga.