¿Alguien rechazarÃa una recomendación de lectura hecha por el propio Borges? ¿Si uno supiera que casi todos los universos ficticios que nos seducen en la actualidad se originan en un libro, no sentirÃa curiosidad de leerlo? No importa lo que diga Woody Allen: hay que leer Beowulf.
¿Por qué? Pues sencillamente porque de él surge la tradición literaria con la que tenemos más parentescos: la anglosajona; porque es el relato de un héroe más allá de las batallas y los predicamentos trágicos. Porque con recursos sencillos y accesibles nos puede emocionar todavÃa, aun a miles de años de su composición. Y no sólo eso: Beowulf habÃa estado escondido durante un buen rato, sin editar, o editado en ediciones carÃsimas y áridas, o a veces ni siquiera asÃ: sólo lo leÃamos los estudiantes de Letras, en copias deslavadas ya de tanto repetirse, prestadas por el profesor de algún curso de literatura medieval. Por eso, el simple hecho de que Axial lo reeditara me pareció una gran noticia. Cuando tuve el ejemplar entre mis manos mi emoción fue mayor aún: se trata de un libro manejable, accesible, con una traducción en prosa moderna y muy legible, pero cuidada. En ella leà las hazañas y cuitas del gran Beowulf, rey de los gautas, uno de mis héroes favoritos, pues es menos diva que Roldán y más guerrero que el Cid, sin perder sus cualidades de hombre prudente. A pesar de ser un texto relativamente sencillo, nos presenta escenas vÃvidas y emocionantes. No es gratuito que gran parte de la literatura abreve de esta historia, ni que se haya llevado al cine, miles de años después.
Beowulf en su nueva edición es una gran oportunidad para completar una biblioteca que se respete, sin lo estorboso de la erudición -aunque con buenos prólogos y anexos-. Es una publicación de Axial y Colofón, que se encuentra ya disponible en librerÃas.