Quito todo el desmadre para encontrar el teléfono que está sonando.
-SÃ, ¿bueno?
-Oye, quiero preguntarte una cosa: ¿Para quién son las fotos de la Nena que hiciste? Porque bueno, sé que unas son para mÃ, pero las demás no las entiendo.
-Ah, bueno es que ninguna es para ti.
-¿No? ¿Y entonces? ¿Para quién las hiciste? ¿A quién le escribes?
-No tengo ganas de contestarte ahorita, debo ir a darles de comer a las hormigas que han hecho un hilo en mi ventana. Ciao!
Preparo café, me siento a pensar cómo es que los hombres tienen cosas ininteligibles dentro de sÃ.
Cuando les dices: Cielito lindo, quiero estar siempre contigo, te responden ay, yo no, mejor allà la dejamos, pero cuando les dices Quiero ser la más puta de las putas del mundo y lanzarme al estrellato, allà se muere toda ternura y avanza el cuestionamiento.
Tengo taquicardia, el corazón es un músculo que si no se usa, estalla, escuché alguna vez. Todo mundo se va y en el silencio puedo escuchar la respuesta más brillante.
Busco la pluma verde y pienso que si hay algo que le hace justicia al mundo es la tinta.
Asà que escribo, dos o tres frases, ninguna contundente hasta que pienso que te diré por descarte por qué no eres, ni serás la Nena.
Para empezar, tendrÃas que estar bien buena, siempre me han gustado asÃ, bonitas, como las mañanas en el Golfo, como el huracán de categorÃa 4, como el cachalote incrustado en el fondo marino, asÃ. TendrÃas que ser la más guapa de tu cuadra y te deberÃa gustar mucho el vino tinto. TendrÃas que dejar de odiar a los ignoros para poder convertirte en el sensei de todos esos lacrosos que preguntan pendejadas cuando llegan a Tula, por ejemplo, y tener una cicatriz en el brazo con forma de nota musical.
TendrÃas, además que dejar de pensar que tengo una neurona, vamos tengo dos y las dos juntas, me llevan a tener más de un registro lingüÃsitico, algunos completamente desconocidos para ti como el lenguaje proxémico, el kinésico o el de la pasión.
Simplicidades banales, te obligarÃan a ser la más hipocondrÃaca del mundo, no es que lo critique, es simplemente que a mà me da pena estar contando qué me duele y qué no a menos que sea muy necesario, como en la visita al doctor.
TendrÃas que dejar de pensar que soy odiosa por mi cabello y divertirte cuando te cuente que me estoy peinando.
Es que son tantas cosas.
Dejo mi café a un lado.
-SÃ, ¿bueno?
-¿Qué? ¿Ya me vas a decir? ¿Quién es ella?
Pachita Rex
Coyoacán, Ciudad de México, febrero 2009.Â
www.flickr.com/photos/pachita_rex
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