Para mÃ, todo empezó hace algunos años cuando leà el cuento “Los locos somos otro cosmos†(Borbolla, Oscar. Las vocales malditas. México: JoaquÃn Mortiz, 1990), entonces pensé “Sà que lo somos†y sentà que ése no serÃa el único libro de don Óscar de la Borbolla que leerÃa. Y asà fue. También con Las vocales… aprendà a no prestar libros ni recomendarlos a personas normales que no existieran en el cosmos de los locos, porque se los clavan y no los valoran. Sospecho que la chava a la que le presté mi libro lo olvidó en algún rincón de alguna bolsa que algún dÃa usó porque le hacÃan juego perfecto con los zapatos.
Pasó el tiempo y traté, siempre sin éxito, de asistir a las presentaciones, conferencias, talleres, etc. de don Óscar, hasta el martes pasado, que me propuse seriamente asistir a la presentación de su última publicación: El futuro no será de nadie, y ahà estuve en primerÃsima fila, contemplando los zapatotes de Jenny, una muy su amiga, los hoyos de las narices de don Óscar, y los meneos del señor Stak mientras leÃa algunos fragmentos de la obra en cuestión. Me encantó. Y me encantó porque, independientemente de lo que nos contó don Óscar sobre la anécdota, las referencias de la Jenny sobre los personajes, y la lectura del señor Stak, narra una historia cotidiana, común, y ordinaria con los modos de don Óscar. De ahà que esta relación que –si se pudiera graficar en razón tiempo-intensidad– sigue la clásica campana de Gauss, exhiba la riqueza del desamparo emocional de los personajes, sobre la clásica plataforma mordaz del autor.
Don Óscar tiene el don de sacar los trapos más sucios de la naturaleza humana matizados con su sentido del humor sardónico y renegrido. En ésta ocasión me da la impresión de que va a lograr que mucha gente se identifique con alguno de los personajes, y reconozca su pobreza afectiva, causando esa asfixiante zozobra moral en la que se cae cuando, tristemente, se acepta que “sÃ… asà me pasó†o peor: “sÃ, asà vivoâ€.
Hasta ahora conseguà ver a uno de mis escritores favoritos de bulto y a colores, que me autografiara mi libro, y platicarle que nunca me he podido apuntar a sus talleres… Ahora ya estoy contenta.
Me hubiera gustado aventarle el brasier pero pues, hacÃa frÃo. Me hubiera gustado gritar “¡Óscar, hazme un hiijoooo!†pero la neta ni me gustan los embarazos, ni me gustan los chamacos… También me hubiera gustado desgañitarme la garganta gritando desaforadamente, pero no me dio la gana. Me llevé la gratÃsima sensación de haber regresado al cosmos donde de donde los locos somos, estar un rato ahÃ, y saludar al descubridor de mi cosmogonÃa.
Todo esto sigue definiendo el lento autodiagnóstico que estoy desarrollando: ya soy una bruja mayorcita.
Borbolla, Óscar. El futuro no será de nadie. México: Plaza Janés, 2011.
Querida bruja: no le prestó su libro a ninguna chava que lo combinara con sus zapatos. Se lo clavó su hermana de usted, que no solamente es normal sino común y corriente -más lo último que lo primero-, pero que sà lo atesora con fruición.
Bruja.
Pocos son los que he encontrado que se aficionen a la literatura de Don Oscar, y aun son mas pocos los que se expresan de manera tan lúcida como lo has hecho.
Saludos y espero seguir visitando este lugar donde sucede tu reinvencion…
lastima que dicha literatura no llegue a Sonora; H.
Nogales. felicidades por la compra del libro y un abrazo desde la fronteriza.