No hay lectores más generosos ni más cooperativos que los niños. Ellos aceptarán una historia, su mundo y sus condiciones, y aportarán a ella lo que su imaginación les dicte. Propongan una oración a un niño, en subjuntivo: “Que hubiera un prÃncipe que tuviera un túnel lleno de dinosaurios…” y él accederá de inmediato a participar: “¡sÃ!, y que formaba con ellos un ejército o una orquesta o un equipo de fútbol…”
Por eso creo que los mejores libros infantiles son los que le dejan al niño espacio para crear: son propuesta, sugerencia, incitación. Esto mismo es Formas que aparecen, de Magali Lara: se trata de un guiño que coloca la atención del lector en un prodigio, la lectura, y una vez que inaugura su curiosidad, la va alimentando con pausas, como si le contara un secreto, y con inquietantes ilustraciones que invitan (como las nubes) a adivinar o investir con distintos significados.
Si leemos el libro de principio a fin, llegamos al otro cabo, a la cuarta de forros, donde leemos:
Hay formas grandes y pequeñas. Algunas aparecen en la noche. A veces son de colores. Todos tenemos distintas formas en la mente, ¿cómo son las tuyas?
Y con esta pregunta puede inaugurarse un nuevo recorrido a través de las palabras de Magali Lara, y también un nuevo juego de sentidos en nuestra imaginación. Formas que aparecen es un hermoso libro, un objeto que invita a participar y un mundo en permanente proceso de invención: cada página puede ser un relato. Un relato diferente cada vez.
Formas que aparecen, de Magali Lara, es una publicación de la colección El Gato de Textofilia Ediciones, y se encuentra disponible en las principales librerÃas.
Deja una respuesta