Desde una perspectiva simplista, puede afirmarse que definir una cosa implica describir lo que la cosa es, lo que tiene, lo que hace; sin embargo, existe otro acercamiento posible, es menos común aunque su planteamientose remonta a los neoplatónicos, la vÃa negativa: definir lo que la cosa no es, lo que no hace, lo que falta.
Precisamente éste es el ejercicio que realiza Andrés Neuman en Hacerse el muerto, publicada bajo la colección Página de Espuma de Colofón. Una colección de cuentos y minificciones que tienen como común denominador la falta de algo, la ausencia.
Según Enrique Pajón, lo ausente es aquello en lo que se piensa pero que no se percibe. En los cuentos de Neuman se piensa, se buscan y perciben diferentes personajes, objetos y deseos, y se pueden encontrar diferentes tipos de ausencia: la ausencia fÃsica, la ausencia del otro, la ausencia de la madre, la ausencia de moral.
Pero no debemos confundir ausencia con nostalgia, no necesariamente. Hacerse el muerto, no es una obra que exude tristeza, es más bien una especie de ensayo en el que cada cuento es un alegato o descripción o argumentación sobre  diferentes clases de ausencia. Por un lado la ausencia de la madre en “Una silla para alguien†y la serie de cuentos agrupados bajo el subtÃtulos homónimo; o el hijo que busca al padre en su calzado en “Estar descalzoâ€; la ausencia de moral en la atroz confesión del “Monólogo del monstruoâ€; y la ausencia de razón  del médico y el enfermo que se confunden en “Juan, Joséâ€.
Pero al mismo tiempo, los textos de Andrés Neuman nos muestran otra faceta de la ausencia, lo que permite el encuentro de uno mismo, el cuento que da tÃtulo a la colección lo muestra, cuando el narrador nos señala que al “hacerse el muertoâ€, al jugar a ser un ausente de este mundo:
Experimento la única, pequeña, posible forma de trascendencia. Sobrevivo a mi mismo. Me      deshago de la muerte jugando.
O bien, los amantes que trascienden lo superficial y mundano en “Las cosas que no hacemosâ€, en la renuncia a los apegos y deseos terrenales y cotidianos:
Me gustan los propósitos, declarados o secretos que incumplimos juntos. Eso es lo que prefiero de compartir la vida. La maravilla abierta en otra parte.
Además, no pueden dejar de mencionarse textos como “Fahrenheit.comâ€, un homenaje a Bradbury que construye una distopÃa con otro tipo de ausencia, la falta de los “nuevos†libros, que podrÃa acarrear una “Nueva edad mediaâ€; “TeorÃa de la cuerdas”, que versa sobre la construcción del otro ausente a partir de sus pertenencias; “Vidas instantáneas”, colección de minificciones de tono humorÃstico sobre la búsqueda de aquel o aquella que se espera.
Los cuentos de Andrés Neuman no se ciñen a un tipo particular de estructura o subgénero, Hacerse el muerto nos lleva por diferentes formas de ficción, el cuento clásico, la minificción, el monólogo, incluso un “Apéndice para curiososâ€, que continua la serie de dodecálogos iniciados en el libro Alumbramiento. Estos dodecálgos nos exponen las poética particular de Neuman.
Los distintos textos que dan forma a Hacerse el muerto, nos muestran diferentes tipos de ausencia; diversas situaciones a las que las carencias nos pueden llevar; la falta de algo o alguien no siempre es algo que nos deje un vacÃo o que nos inmovilice, todo lo contrario, la ausencia puede –en algunas ocasiones-, impeler al movimiento, permitir encontrarnos e, incluso, ayudarnos a hallar la trascendencia.
(Hacerse el Muerto de Andrés Neuman, de la colección Páginas de Espuma, es una publicación  Colofón, puede adquirirse en librerÃas o directamente en www.colofon.mx).
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