A mi hermano, el cigarra, gracias por darme el orgullo de ser tu hermana y compartir tanta vida, felicidades mi querido Licenciado en FilosofÃa y Letras.
Venir a vivir a Querétaro ha sido una gratificante experiencia, todo se ha dado extrañamente bien, aún para la dislocada suerte de la Familia Zombie, bueno, conseguà el trabajo perfecto según yo, entrelazando mi interés lucrativo con el no tanto, la administración y los libros. Trabajar en Lexis, la librerÃa del Tec de Monterrey Campus Querétaro.
Temporada fuerte, los chicos inician clases, doy una hojeada a los libros que aparecen en sus listas, Ruvalcaba, Rulfo, Arreola, GarcÃa Márquez, Cortázar, Revueltas, Castellanos, puro maestro pues, afortunados, a mi me ponÃan a leer a Cuauhtémoc Sánchez , (jeje), me di un recorrido por la librerÃa para reconocer territorio y darme una idea de los tÃtulos que manejaban, y vaya, llego el dÃa de las compras.
Llegaban a preguntar por el libro rojo, o el azul con una libélula, difÃcilmente recordaban el nombre o el autor, se acerca un chico rubio de hermosos ojos azules y me dice: ¿Tienes el libro de La guerra en el bosque? Mi mente buscó en sus archivos, nada, pero como mi memoria es caprichosa, me dirigà al archivo del sistema para confirmar, nada, -¿estás seguro de que el titulo es correcto?- Le dije al ojiazul, – ¡¡claro¡¡- me respondió aquel muy orondo, -ya, ¿sabes el nombre del autor?-. -¡Claro, Emiliano Pacheco-… Mira nada mas, casi me hace dudar, me limité a tomar el ejemplar, ponérselo en la mano y decir: -Se llama “Las Batallas en el desierto” y es de José Emilio Pacheco-, es igual, me dijo el chico con una sonrisa mientras sacaba su tarjeta de crédito.
Fue el inicio, una oleada de jóvenes universitarios preguntando por libros que sólo existen en su mala memoria, no escribiré imaginación porque tengo mis dudas de que cuenten con ella. Ahà les va un pequeño enlistado :
La desalmada Eréndira y la viejita
(La increÃble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada) Gabriel GarcÃa Márquez
El libro de la Bestia
(El bestiario) Juan José Arreola
El hilito rojo
(Un hilito de sangre) Eusebio Ruvalcaba
El de la cucarachota
(La metamorfosis) Kafka
La puerta negra
(A puerta cerrada) Jean Paul Sartre
Agua de chocolate
(Como agua para chocolate) Laura Esquivel
Puede sonar cómico (mucho de hecho) pero ahora veamos el lado preocupante, son jóvenes universitarios estudiando en una de las universidades más prestigiadas del paÃs, que no tienen la mÃnima noción literaria, que estarán, el dÃa de mañana, manejando el paÃs si seguimos como hasta ahora, en manos de los que tienen mayor poder adquisitivo sin importar el nivel intelectual y cultural.
Jóvenes para los que Dalà no es más que el señor simpático de los bigototes en un separador (surrea ¿Qué?), o Sor Juana, la monjita del calendario.
Es triste, preocupante, hasta cierto punto desesperante, he tenido la fortuna de conocer gente que realizó sus estudios universitarios sorteando grandes dificultades vivenciales y económicas, y también he conocido a quienes desgraciadamente no pudieron terminar por las mismas situaciones.
Finalmente cada quien utiliza los recursos que tiene como mejor puede, o en este caso, como mejor le parece.
Y ya para terminar, les comento que el libro de Eusebio Ruvalcaba, Un hilito de sangre, (buenÃsimo, ágil, divertido y tierno dirÃa yo) fue retirado de los stands debido a problemas de censura, al parecer el contenido era demasiado fuerte para los jóvenes de acá. Bueno, asà las cosas.
¡OIGA OIGA SEÑORITA!, ¿TENDRA A LOS AMOROSOS EN MOMENTOS DE ENCABRONAMIENTOOOO?… UN PLACER (LITERALMENTE) RECORRER MIS PUPILAS EN TUS LETRAS ¡MI FLAMANTE QUERETANA!
Jajajajajajajajajaja, excelente crónica, sÃ, la situación es alarmante. Cuando deciamos aberraciones en la clase de Hispánicas mi profesor decÃa: “Malditas escuelas de gobierno”. Los de escuelas públicas siempre salimos a relucir como lo más ignorantes, pero de las escuelas privadas nunca se dice nada… Por cierto, ¿tienes algo de “Borgues”? Un fuerte abrazo, desde la selva de asfalto defeñoadictiva y te recomiendo, Una cerveza llamada derrota, de Ruvalcaba.
“Como Agua Para Cachalote” no es de Mastretta sino de Esquivel.
Ahora recuerdo, en mis tiempos de maistra de escuelita privada much@s de mis flamantes alumn@s confundÃan al Laberinto de la Soledad de Paz con los 100 años de Márquez,a Fuentes con Monsiváis, la Canasta de Cuentos Mexicanos de Traven y la extensÃsima obra de “José Luis Borgues”, debido a las pocas o nulas lecturas.
Lo más inquietante es la aplastante indiferencia del guerito ojos-de-cielo : “Es igual”
Escabroso lo de la censura de Ruvalcaba, me recuerda el caso de “Aura” en otra escuelita mamuca.
Es una pena 🙁
@Dulce Ya está la corrección ¡gracias!
@René : !No hay de qué! 😀
Me hubiera encantado atender personalmente al chavito-ojos-de-turquesa pa leer su nombre en su tarjeta crediticia y decirle :”Muchas Gracias por tu compra Fabio..”
-Me llamo
-Es igual….-
Saludotes y sigan con el excelente trabajo de la fabrica de mitos
jaja huy , es contagioso¡¡¡ Gracias Dulce…