“Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerÃas de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galerÃa de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegarÃa mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oÃdo alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibirÃa sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerÃas y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió”.
JLB.
-¿Te refieres a un ovillo de hilo que te servirá para volver a tientas después de llevar a cabo la hazaña? No te servirá de nada, amigo, pues en cuanto se cierre esa puerta detrás de ti no sabrás nada de mÃ, ni yo de ti. No sabrÃas siquiera lo que significa el ovillo inútil en la mano y lo tirarÃas. Sufrirás muchas transformaciones, pasarás de una imagen a otra. Y cada vez creerás despertar y no te acordarás de tu sueño anterior. Caerás del interior al interior del interior y seguirás hasta el más profundo interior, sin acordarte, a través de vidas y muertes y siempre serás otro y siempre el mimo, allà donde no hay diferencias. Pero no alcanzarás nunca a aquel a quien quieres matar, pues cuando lo hayas encontrado te habrás convertido en él.
Tú serás él, la primera letra, el silencio que precede a todo. Entonces sabrás lo que es soledad. Â
Michael Ende.
La historia del Minotauro seguramente nos resulta muy conocida a todos, pero sabemos realmente ¿qué sentÃa aquel ser encerrado en su laberinto?, ¿Pensaba, sentÃa, soñaba?..
Laberinto, es la nueva puesta en escena del CÃrculo Teatral, en ella el director Eduardo SaÃd pone ante el espectador un reto introspectivo, es una reflexión sobre la soledad y la búsqueda del yo, que nace de El Espejo en el Espejo de Michael Ende.
Siguiendo la tendencia del teatro minimalista y conceptual, este grupo de jóvenes actores libra increÃblemente el reto actoral que supone un texto con una carga filosófica tan grande y deja sin duda en el espectador una reflexión catártica. Porque cada uno de nosotros vive en su propio laberinto y la búsqueda del amor es lo que nos mantiene en el intento de escapar, aunque a veces ese amor puede perdernos por completo.
Ven a disfrutar de esta puesta en escena todos los viernes a las 20:30 horas en el CÃrculo Teatral.
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