“La vida es un viaje en paracaÃdas y no lo que tú quieres creer.”
Vicente Huidobro
I
Buenas noches, Lechuguita.
Tus cenizas se están yendo, eres humo.
Dicen ke vas a volver a la tierra ke te trajo.
Estamos akà con tu familia.
Somos uno keriéndote.
Se te acabó el veinte.
Nunca fui bueno escribiendo elegÃas,
aunke la muerte siempre me dio un extraño poder macabro.
Acabo de decirle a Icauhtli ke casi no la temo.
Es justo ke si mueres te sigamos.
Eres una guerrera, Lechuguita.
Siempre será tu risa un arma aquÃ.
Tal vez todos nos muramos en el 2012, y tú sólo te hayas ahorrado vivir apocalipsis,
vete tú a saber.
Además, el universo es no-local,
asà ke siempre estamos juntos.
Arden las alas de tu espalda, Lechuga Europa.
La carpa de tu pierna nada entre flamas.
Como ves no estoy triste, pero lloro.
Me regalaste una familia.
Pastor, Carlumpen, Pau, Ever, Frito, Diana, Gallo, Carol, y otros seres keridos.
Nos echaremos un gallo a tu salud y a la salud del buen Koyote.
Me siento afortunado de haberte conocido.
Estarás siempre con nosotros, Lechuguita.
Vete en paz.
II
Si yo fuera el Octavio estarÃa celoso.
DirÃa: “Mi vieja se fue con otro”.
Lo bueno es ke se fue con un amigo de toda la vida.
Yo pienso: “A veces debe de ser difÃcil morir.”
Y entonces entiendo por ké se fueron juntos.
Porke tal vez da demasiado miedo estar solo allá afuera,
en el mar vertiginosamente oscilante de la energÃa,
sujeto a sabe Dios ké complicadas reglas,
renovando la memoria del creador de sà mismo.
Da miedo seguir akÃ, también, pero menos ke antes.
Porke sabemos ke hay dos nuevos valedores ahà afuera, esperándonos,
horrorosamente pacientes pero igual de seguros de ke volveremos a vernos.
Koyotito, Lechuga: ustedes dos son exploradores de vanguardia,
dos hermosos changuitos enfrentados al vórtice sin piedad del infinito.
Les pedimos disculpas por seguir tan vivos,
pero les prometemos a cambio alcanzarlos un dÃa de éstos,
cuando venga hacia nosotros la muerte
y sonriendo la miremos a los ojos
y le digamos ke somos amigos de Leticia y Ricardo,
y ke ya les dijimos ke vamos, asà ke seguro nos están esperando.
Soy como la sopa en el frijol…
Ah no!!! … como era???
….
Soy como el frijol en el arroz,
Siempre pensando que un bayo se distingue entre el Kilo completo de Arroz.
Ciertamente no es asà a menos que una mano cuidadosa se dé el tiempo de escoger dichas semillas.
Si no fuera asÃ, y se vaciara el contenido a la olla, aquel frijol saldrÃa en plena cocción.
Es verdad que hasta cocido sale vistoso nuestro Frijolito Bayo, pero requiere la atención que no cualquier ojo podrÃa alcanzar.
…
Soy como el frijol en el arroz…
Y mi estimado Koyote Lagañas fue la mano que me encontró…
…
Un excelente texto…
Algo poco menos de lo que merece aquel onalistico ser que se marcho…
Alabanza al Koyo y Lechu….
En mi efÃmera mente se encontrará siempre.