FotografÃa: Nym
Con la muerte de la intuición y cual quiere cosa no cuantificable, el arte dejó de estar en el corazón o el cerebro para colocarte en las fibras del dedo meñique del pié izquierdo. A través de estas fibras, el individuo es capaz de recibir, percibir, distinguir y, para no seguir con los juegos del infinitivo, valorar las expresiones del jazz contemporáneo. Con esta actitud y el dedito bien atento, La Fábrica de Mitos Urbanos fue recibida en el concierto de Los Dorados y Cuong vu.
Los Dorados se han caracterizado por crear un jazz que dista mucho de la vieja escuela. Con un Dj, baterÃa, bajo, guitarra, saxofón y clarinete tenores, además de un par de Macs van creando sonidos.
Aunque ya son cuatro los discos que adornan la trayectoria de Los Dorados, ésta fue la primera ocasión que se presentaron en el Centro Cultural Roberto Cantoral. Para bien de ambas agrupaciones, pocos fueron los lugares vacÃos.
Para Cuong vu, la situación no era la misma, pues fue la segunda ocasión que visitó México. Seguramente, se estarán preguntando qué lo motivó a regresar, qué pensaba una noche antes de aterrizar. El mismo Cuong vu respondió de manera clara: “los tacosâ€.
La música de Cuong vu trio puede colocarse cerca del performance, o probablemente, esté rozando la improvisación. Cada una de sus piezas va desarrollando una pequeña historia a través de los sonidos, y cada rola es un momento clave dentro de la vida de Cuong vu.
Ambas agrupaciones llevarán al melómano a lugares diferentes. Mientras Los Dorados integran la tecnologÃa a sus piezas, Cuong vu demuestra ser parte de una larga tradición de grandes trompetistas como Dizzy Gillespie o Bix Beiderbecke.
¡Larga vida para Jazz Alterna y sus invitados!
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