Durante el recién terminado Macabro, Festival Internacional de Horror de la Ciudad de México, pudimos disfrutar de una retrospectiva al giallo con la presencia de Lamberto Bava y Luigi Cozzi. El Giallo es un género de horror italiano que particularmente está basado en atmósferas obscuras, misterio y crÃmenes que desembocan en asesinatos despiadados. Vale la pena hacer una revisión a este género para dimensionar su importancia, y asà explorar la influencia en la producción fÃlmica y literaria. En la retrospectiva pudimos disfrutar algunas de las pelÃculas de ambos directores. En esta primera parte presentamos una sección de lo que nos compartió Luiggi Cozzi en conferencia, que en realidad fue una charla de café muy agradable. Intentaremos ser lo más detallado posible, ya que mucho de lo que este director comentó es parte de una memoria llena de los mejores recuerdos compartidos con Mario y Lamberto Bava, además del genial Dario Argento. Desde luego no es una transcripción pero sà la enunciación de lo que pudimos escuchar en italiano e inglés. Agregamos entre paréntesis la información que creÃmos prudente mencionar para hacer más entendible el discurso.
Conferencia de Luiggi Cozz en Macabro
Ante un público pequeño y lleno de admiradores, el maestro Luiggi Cozzi recordó que, en sus inicios, el género Giallo se debe al color amarillo de las publicaciones surgidas a partir de la propuesta de un publicista en los años 20. La idea era identificar esta literatura de misterio, y al mismo tiempo diferenciarla de otras colecciones que abordaban tramas policiacas y de detectives (como son el noir y al hardboiled). Al darse cuenta las casas editoriales de que el color de estas publicaciones de misterio, basadas en los trabajos como el de Edgar Wallas y el de Agatha Cristhie, se hacÃan más atractivas al público decidieron imitarlas, por lo que el término giallo –amarillo en italiano- se volvió muy popular.
TodavÃa en Italia pueden encontrarse estas publicaciones de formato giallo tratando sobre los mismos temas y con el mismo color de pasta. Cozzi también nos contó que en su participación en el festival FANTASPOA (Festival Internacional de Cine Fantástica de Porto Alegre, Brasil), en mayo del año pasado, se encontró con que en Brasil también existen estas publicaciones al estilo Giallo, con autores de misterio como Agatha Christie.
El giallo, como fenómeno del cine italiano y de la literatura, comenzó en los años 30 en la época fascista de la dictadura Mussolini, durante esa época se dio el primer filme de giallo pero más apegado al género negro. Entre los años 30 y 40 se hizo al menos una veintena de pelÃculas de este corte de misterio y asesinatos, basada en estas publicaciones; de este modo la crÃtica italiana empezó a referirse a ellas como pelÃculas de género giallo.
A pesar de que el público aceptaba el giallo en la época de Mussolini, este tipo de literatura fue censurado por ser incompatible con las ideas del fascismo de perfección y orden. El giallo pudo retomarse hasta que el fascismo cayó. Durante ese tiempo, el cine se apegaba más a temas de comedias locales y romanticismo. Los primeros intentos de retornar el giallo se dieron en la literatura, con la propuesta de la casa editorial Mondadori que contaba con escritores como Sergio Donati y Sergio Leone (los cuales participaban en la realización de pelÃculas western). Sin embargo, en esta época la editoriales se dieron cuenta que los italianos no gustaban de leer el giallo escrito por italianos, asà que se recurrÃa a la traducción de escritores extranjeros más reconocidos. Fue hasta los 60, gracias al editor Giorgio Scerbanenco, que se empezó a escribir un tipo de giallo más “duro†y asà fue como hubo aceptación del giallo escrito por italianos por parte de los editores y por el público lector.
Para Cozzi, hay dos pelÃculas que pueden considerarse como las primeras aproximaciones claras a este género. La primera, Il roccetto (Lipstick) realizada en 1960 por Damiano Damiani (quien por cierto murió en marzo de este año). La segunda pelÃcula, es Un maledetto imbrogli, que a juicio de Cozzi es la obra maestra de Pietro Germi, quien también hizo Divorzio all´italiana. Lo curioso de ambas pelÃculas es que precisamente Germi encarna al detective. Según Cozzi, estos giallos eran más realistas que los realizados por Edgar Wallace, que en esa época estaba de moda.
Cozzi recordó que el padre del presente Lamberto Bava, Mario Bava, fue el primero en hacer una pelÃcula plenamente identificable como giallo, La ragazza che sapeva troppo (La chica que sabÃa demasiado, 1963) la cual se mezclaba con comedia. Esta pelÃcula marca el estilo del giallo italiano como género cinematográfico con presencia de asesinos extraños, colores extraños, personajes diferentes, asà como la ausencia de la figura del detective o la policÃa como la clave para resolver el misterio, señala Cozzi. Esta fue una manera de hacer cine muy diferente al presentado por Germi. En esta pelÃcula la chica debe resolver el misterio y saber quién es el asesino. Mario Bava, nos dice Cozzi, era un maestro de la fotografÃa y en esta pelÃcula mostró los mejores lugares de Roma, pero de una forma más obscura, de otra manera, en otra luz. Éste es el punto de partida del giallo italiano en la visión de Mario Bava.
Mario Bava hizo después Sei donne per l’assassino (1964), también conocida como Blood and black lace. Filmó una escena igual a La ragazza che sapeva troppo pero en color, de tal modo que experimentó con la luz; los propios colores que le daban otra intensidad a la historia, creando sobre los colores naturales una historia de misterio, un thriller sobre un asesino, un asesino psicópata. De tal modo que a partir de esta pelÃcula asentó la fórmula básica del cine giallo donde mujeres hermosas son perseguidas por psicópatas asesinos. Desde entonces, esta fórmula se ha repetido una y otra vez y otra vez, señala Cozzi.
Intermezzo: Algunos datos importantes sobre el Giallo
Si bien este género es conocido por los cinéfilos del horror, es importante recordar que debe su inspiración a las publicaciones italianas de Giallo Mondadori, que tienen una estética bien definida, comenzando por el color amarillo de las portadas, la baja calidad de la pulpa del papel y el pegamento amarillo con que están pegadas las hojas. Todo ello recuerda a las Pulp estadounidenses, accesibles a todo público por su bajo costo. Es esta misma estética la que permitió crear un mundo de literatura “barata†–por asà decirlo- cuyos temas permitÃan el uso de todo tipo de recursos argumentales, aunque con tramas sencillas y mórbidas que incitaban a una lectura de bolsillo morbosa.
Podemos decir en cuanto al formato el Giallo italiano, y más especÃficamente I Libri Gialli de Mondadori, es el equivalente y sucesor de las dime novels o penny dreadfuls del finales del siglo XIX y los pulp magazines norteamericanos de principios del XX y la Série Noire de Gallimard francesa. Pero más allá del costo en un dime o un penny, la pulpa del papel o el color de las pastas, estos formatos al alcance de la mano por un mÃnimo costo abordaban los más variados temas ficcionales. Se trataba de novelas cortas confeccionadas de las lÃneas de la novela policial y misterio de mediados y finales del siglo XIX, empezando por Edgar Allan Poe hasta Agatha Cristhie, y siguiendo con la novela negra de principios del siglo XX. Habrá que puntualizar que el Giallo Mondadori en un principio consistió en una adaptación y traducción de algunas de las novelas a la novela gráfica creadas en Estados Unidos, Francia, Alemania e Inglaterra, no obstante, poco a poco fue llenándose de identidad propia hasta descubrirse en el celuloide. Mientras que Estados Unidos estaba más abierto a la novela gráfica policiaca, a la novela negra, apertura que también correspondÃa al Western o al Sci-Fi, el estilo italiano se complacÃa con la gráfica del género negro, el policial y de misterio logrando caracterÃsticas inigualables que el ámbito cineasta consolidó en tramas compuestas por relatos pasionales, escenas pornográficas, conflictos escabrosos, muchas veces ambientados en barrios citadinos sórdidos cuya directriz argumental consistÃa en resolver crÃmenes, asesinatos violentos. En cuanto a la particularidad del cine, el Giallo se separa de la figura detectivesca, y ésta es asumida por algún personaje angular de la trama o bien por el propio espectador que sin el mayor cliché de la expresión, efectivamente está al filo de la butaca.
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