“Ella siempre pensó que nuestra historia
(ese suceso entre los dos) pordrÃa simplificarse
(tranquilamente) con pequeños fotogramas”.
Israel Miranda
Conocà a Israel en una borrachera de tres dÃas y casualmente traÃa su Polaroids.
La dedicatoria es: “Un gusto conocerte… el alcohol no miente… Espero disfrutes
estos textos plagados de demonios a punto de incendio… a punto de amor, o desamor,
o lo que sea. ¡Salud!”
Con los oidos hipnotizados con el blues de Real de Catorce y la sangre envenenada
por la cerveza, nos leyó uno de sus poemas…
El conejo en la luna
Me pregunto si aún bordas peces de colores
en las noches insomnes,
mientras Hollywood te habla
de ese amor que sabemos imposible,
improbable,
y se roba tu nostalgia de diamante.
Me pregunto si aún guisas sofisticados platillos
con recetas robadas a los cuentos de hadas.
(Que siempre terminaban siendo devorados por
furiosos cerdos egoÃstas. Y me incluyo)
Nunca te dije que sabÃa que acostumbrabas a mezclar
el ajo y la cebolla con tu sangre,
y que en la sopa me entregabas tu saliva.
(Ahora entiendes por qué preferÃa empinarme el plato,
y hacerte el amor justo antes del postre)
Me pregunto si Sabina y Enciso aún hablan de nosotros,
si la cerveza y los cigarros aún saben a nosotros,
si cuando todos los héroes caen vencidos
aún brindamos (a solas) por nosotros.
Si la luna sigue siendo de los dos.
(Aún escucho los viejos discos. Ya no lastiman tanto)
Hoy encontré el conejo en la luna
y mis tatuajes sangraron nuevamente.
Tenemos tantas cicatrices.
Niguna tan amada
y tan atormentada como la de tu espalda.
Hoy encontré el conejo en la luna
y entendà que jamás estarÃa solo.
¿Aún bordas peces de colores?
Supongo que no.
(Es más fácil conciliar el sueño
lejos de los amores inconstantes).
Cada poema de Miranda es una imagen que te hace revivir sonrisas, lágrimas, suspiros, instantes, encuentros, desencantos, fantasmas, sueños, despedidas, orgasmos, cafés, caricias, silencios, dolor, cigarros, lunas, cervezas, insomnios…
En lo personal, lo considero uno de los revolucionarios de la poesÃa en México, rompiendo con el mito
de que ésta es aburrida y rebuscada, dejándo un buen sabor de boca, demostrando que es tan hermosa
y ácida como la vida misma…
Polaroids, Israel Miranda Salas, Editorial Start/pro
Agradezco infinitamente las palabras que dedicas a la obra de éste tu rervidor, en verdad no sabes cuan bien se siente ese tipo de comentarios. Acaba de salir mi tercer libro “El monstruo de arriba de la cama” se llama. Lo puedes descargar en la sección “recién agregados” de la página http://www.infrarrealismo.com
Espero te resulte tan emotivo como el Polaroids. Un saludo y no olvido que nos debemos unas cervezas.
Israel M.
mi presencia es ajena lo se….. Sin embargo esa poesia me enkanta me hace rekordar lo ke soy y fui y tal vez sere una felicitacion a israel si pudiera leer un poko de mi alama ke honor vaya ke honor!!!