Tuve el gusto de asistir al concierto semi acústico de Alfredo Sánchez el pasado 20 de abril en Film Club Café.  Me gusta escuchar música en vivo allà porque al no ser un lugar demasiado grande, se teje un ambiente honesto e Ãntimo alrededor de la música, el cual da la oportunidad de conocer de cerca al artista que está en el escenario. Debo decir que este concierto no fue la excepción.
Entre otras cosas, el propósito de Alfredo era presentar su nuevo material como solista, “Soñé que dormÃaâ€, por primera vez en la Ciudad de México. Para ello, requirió de la presencia de otros dos músicos: Omar RamÃrez, productor del disco, y Helena San, su talentosa hija. Juntos tocaron alrededor de una hora, tanto canciones de Alfredo como algunos covers.
Para los que no sepan quién es Alfredo Sánchez, les cuento a grandes rasgos. Él es un compositor mexicano con una larga e interesante carrera. Desde los años ochenta ha incursionado en diversos estilos y géneros, desde música medieval y renacentista en un grupo llamado Ars Antiqua, hasta reggae y rock en bandas como El Personal. Del mismo modo, ha creado música para programas de televisión, documentales y cortometrajes, y ha estado involucrado en numerosos proyectos junto a músicos como José Fors y Jaramar Soto.
Con un bagaje tan completo de por medio,  fue una dicha platicar con él antes del show para que nos contara un poco más sobre su disco “Soñé que dormÃaâ€. Alfredo habló sobre su carrera musical y los diferentes procesos por los que pasó este nuevo proyecto, desde la composición hasta el montaje de las canciones para tocarlas en vivo. Les comparto un poco de esta conversación.
Fábrica de mitos: ¿Por qué tu disco se llama “Soñé que dormÃa”?
Alfredo Sánchez: En el disco hay una canción que se llama “Soñé” y en uno de los versos dice eso, “Soñé que dormÃa”.  Es una canción que habla de cosas que yo he soñado y  cosas que han soñado amigos. Por ejemplo, dice por ahÃ: “Soñé que mi abuela hablaba portugués”.
FM: ¿DirÃas que el sueño es el hilo conductor de tu nuevo material?
AS: No, no es exactamente un hilo conductor, aunque sà existe un carácter como onÃrico en algunas de las canciones, pero no todas tienen que ver con eso. Lo que sà traté de lograr con el arte del disco fue un ambiente de ensueño que se refiriera al tÃtulo. Está hecho a base de pinturas abstractas de una amiga de Guadalajara, Claudia Perenzalez.
FM: ¿Qué otros ejes temáticos hay en las canciones de “Soñé que dormÃa?
AS: Hay otras canciones que tienen que ver con la muerte. Hay una que le hice a mi papá cuando murió, otra que le hice a un amigo que murió muy joven. También hay canciones que tienen que ver con cuestiones de amor. Hay una que se llama “Qué tal si sÔ y que surgió de esa suposición, es decir, qué tal si las cosas se dan de una manera positiva, ¿no? Pero luego en el resto de la canción hay una parte que dice lo contrario, que asà como las cosas pueden salir bien, pueden salir mal. Y como esa, hay muchas dualidades en el disco.
FM: En 2006 sacaste un primer material como solista que se llamaba “Primeros Pasos”. ¿Cómo se dio la evolución de aquel proyecto a “Soñé que dormÃa?
AS: En cuanto a la composición no hay gran diferencia, pero sà en cuanto a la concepción del disco en términos de producción y realización. Este disco está hecho con mucha conciencia del tipo de sonido que querÃamos lograr. Tiene que ver con la música con la que yo crecÃ, música de los años setenta. Usamos instrumentos como el hammond -Omar RamÃrez, el productor del disco, es un gran ejecutante del hammond-, teclados vintage, pianos eléctricos, acústicos; muchas guitarras eléctricas… Las canciones siguen siendo muy personales, reflejan cosas muy mÃas, pero el modo de realizarlas sà es muy diferente.
FM: ¿Por qué elegiste a Omar RamÃrez como productor?
AS: SÃ. Porque lo habÃa visto tocar y me habÃa comentado que tenÃa ganas de producir algo. Además tenemos muchos gustos musicales similares. Entonces, yo le di un disco con muchas canciones, más de las que trae “Soñé que dormÃa” y él eligió cuáles querÃa y cuáles tenÃan algo que ver. Es muy asertivo. A los dos dÃas de entregarle las canciones, él ya habÃa hecho la selección para el disco. Y yo respeté su decisión y él me dijo con qué músicos grabar qué canciones, cómo hacerlas… Fuimos platicando mucho en el camino. Fue padrÃsimo trabajar con él.
FM: ¿Quiénes colaboraron en el disco?
AS: Mucha gente. De la Ciudad de México están Alex Otaola en las guitarras, Tom Kessler, también con guitarras, y Dan Zlotnik en los saxofones y los arreglos para metales. De Guadalajara, un montón. Han de ser como más de 20 músicos. Simplemente hay cinco bateristas diferentes en el disco.
FM: ¿Cómo has montado las canciones para tocarlas en vivo?
AS: Normalmente hemos estado tocando seis personas y tratamos de reproducir el sonido del disco. AquÃ, como el Film Club Café es un lugar pequeñito, somos menos. Depende de la disponibilidad, pero es flexible. Incluso puedo hacerlo yo solo, aunque prefiero que por lo menos seamos Omar y yo.
FM: Este disco lo hiciste con tus propios recursos, ¿qué le recomendarÃas a alguien que quiere hacer lo mismo?
AS: Que no lo haga. (Risas) No, no. Es difÃcil hacerlo. El principal problema es conseguir el dinero. Yo tuve suerte porque todos los que colaboraron son amigos que me dieron facilidades y todo se hizo con buena onda. Sà se requiere un desembolso económico que no sabes si vas a recuperar. La mayor parte del tiraje disco la he regalado a amigos y a medios. Lo que sà espero es que sirva como carta de presentación para que se corra la voz, de repente se toque en alguna estación de radio, me llamen para algún concierto y con eso tenga otro ingreso.
El disco “Soñé que dormÃa”, de Alfredo Sánchez, se encuentra a la venta en iTunes, Amazon y Rhapsody. Si les interesa una probadita, el último track del disco, “No Love”, se puede escuchar aquà a través de Soundcloud. La música es de Alfredo; la letra, de un poeta de Guadalajara que se llama Luis Vicente de Aguinaga.
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